🔸 Con el Cuaderno Proyecto Sargazo de la UNAM, jóvenes de nivel medio superior y universitario diseñan soluciones científicas con impacto ambiental, educativo y social.

#NACIONAL | Cada año, el sargazo llega en silencio y transforma lo que antes era un paraíso. Pero algo está cambiando. Un nuevo equipo está en marcha: son jóvenes, científicos y soñadores.

El Cuaderno Proyecto Sargazo de la UNAM, utilizado en diez escuelas en México, vincula esta temática con diversas materias escolares, promoviendo el diseño de investigaciones propias por parte del alumnado.

Juntos, estudiantes de preparatoria, universidad, y expertos que los guían, están creando soluciones.

Sus proyectos van desde la creación de papel, fertilizantes y bioplásticos, hasta el diseño de sistemas acuapónicos, modelos de predicción y alertas tempranas.

“La importancia de trabajar con las escuelas, por un lado, está directamente relacionada a nuestra investigación. Estamos intentando hacer ciencia ciudadana, que los ciudadanos nos ayuden en la recolección de datos y a través de las escuelas es como llegamos a las comunidades para que nos puedan apoyar. Por el otro lado, estas investigaciones y trabajos que estamos haciendo, están encaminadas a generar un sistema de alerta temprana, y un sistema de alerta temprana sirve solo si la población está alertada a tiempo… la población conoce el problema y entonces puede responder al problema. La problemática de sargazo no la vamos a resolver hoy, sino que va a tardar tiempo y es importante involucrar a las comunidades y que mejor manera que empezar con los jóvenes”.

Mauricio trabaja actualmente con la creación de paneles de cartón a base de sargazo, que permitirían en un futuro utilizarlos como material de construcción.

“Estamos trabajando principalmente el sargazo para conocer las diferentes poblaciones a nivel genético y poder relacionarlos con características, en este caso fisico químicas, para poder desarrollar materiales que puedan ser utilizados en la industria, en este caso paneles de construcción”.

“Yo tengo 8 meses trabajando. Vine a hacer mi doctorado en biotecnología y es una propuesta que estuvimos trabajando, en conjunto con la parte de materiales, también del Cicy, en conjunto con la parte de biotecnología, para poder hacer un proyecto multidisciplinario, para poder tener herramientas también como lo es la genética y como lo es la ciencia de materiales”, abunda Mauricio.

En México, estudiantes y docentes han desarrollado iniciativas que convierten el problema del sargazo en una oportunidad para el aprendizaje práctico y sostenible.

Además, la iniciativa Cuaderno Proyecto Sargazo de la UNAM fomenta el intercambio entre escuelas de México, Jamaica, Ghana y Reino Unido, a través de la Red de Escuelas y Comunidades de Macroalgas.

Esta experiencia demuestra el potencial de la educación participativa para generar conocimiento útil, diálogo comunitario y soluciones locales con visión global.

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