la unidad, que servirá para trasladar enfermos a la zona continental, llegó en agosto y hasta el momento sigue estacionada en los patios del ayuntamiento sin dar servicio.
Paga el ayuntamiento una renta mensual de 60 mil pesos por la operación de una ambulancia para traslados de enfermos a la zona continental, en el último cuatrimestre del año 2020.
La ambulancia llegó a la ínsula desde agosto y hasta el momento sigue estacionada en los patios del ayuntamiento.
De acuerdo con datos aportados por el Oficial Mayor, Juan Carlos Villanueva López, el servicio se contrató por asignación directa y permitirá apoyar a la población de escasos recursos que necesiten trasladar a un paciente al otro lado del canal de la isla. Indicó que por lo que respecta al personal y al equipamiento, se está trabajando en un convenio con la Cruz Roja para operarla.
Cuestionan operación del vehículo de emergencia
Días atrás el presidente municipal aseguraba que este vehículo de emergencia contaría con el equipo y personal necesario para su funcionamiento. Cuestionado sobre la forma de operación del vehículo médico, declinó abundar en ello ya que esto compete a la Subdirección de Salud que está afinando el tema con la delegación de la Cruz Roja en la isla.
Agregó que el gobierno local consideró rentar la ambulancia a la empresa Forza Arrendadora Automotriz, S.A. de C.V., misma que provee los vehículos que son utilizados como patrullas en la Dirección de Seguridad Pública.
Apenas el 14 de septiembre del año en curso, el alcalde de la isla de las golondrinas confirmaba la renta del vehículo para traslados médicos con el objetivo principal, dijo, de contar con una ambulancia que permitiera apoyar a las instituciones médicas de la ciudad en el traslado por el tema de coronavirus (Covid-19).
En esa ocasión, el alcalde manifestó que esto se hizo con el visto bueno de la aprobación de la delegada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Xóchitl Refugio Romero Guerrero, para trasladar a los pacientes a la unidad médica de Playa del Carmen en el municipio de Solidaridad absorbiendo todos los costos.
Otro de los argumentos fue que los hospitales de la isla que brindaban este apoyo, al ver reducidos sus ingresos por la contracción de la economía, ya no estuvieron dispuestos a seguir haciéndolo.