En nuevo plan migratorio
Andrés Manuel López Obrador confió en que el presidente de EU, Joe Biden, anuncie en los próximos días un plan de migración y la regularización de nuestros paisanos que se comprometió a llevar a cabo en 2012.
El primer mandatario recordó que hace ocho años, durante la gestión de Barack Obama en Estados Unidos, el entonces vicepresidente Joe Biden le comentó durante una reunión que existía el compromiso de llevar a cabo una reforma migratoria; sin embargo ésta no se realizó. Refirió que en una carta que le entregó al ahora presidente estadunidense planteó reformular la cooperación bilateral para atender la problemática de la migración, así como de los mexicanos que trabajan en esa nación, y en la cual destaca el apoyo a implementar un programa orientado para reactivar la economía y crear empleos en México.
“Pasa el tiempo, ahora llega el presidente Biden, conoce muy bien este planteamiento, él hace el compromiso durante su campaña y espero que hoy o en los días posteriores se dé a conocer lo del plan de migración, la regularización de nuestros paisanos que están allá, en qué va a consistir, en cómo se les va a respetar el derecho que tienen de ser reconocidos como ciudadanos estadunidenses, que tengan la doble nacionalidad”, dijo López Obrador.
La declaración del Ejecutivo federal se da en el marco de la investidura de Joe Biden como nuevo presidente de EU, por ello mismo aprovechó para leer un fragmento de la carta que le entregó a éste en 2012 para atender la migración, resolver el estatus migratorios de los connacionales en esa nación y para atender las causas con desarrollo y no con ayuda militar.
Llama Biden a la unidad para restaurar EU
El demócrata Joe Biden se convirtió en el presidente número 46 de Estados Unidos, al jurar el cargo en la ceremonia oficial de investidura ante las escalinatas del Capitolio y en medio de grandes medidas de seguridad.
Tras juramentar su cargo, el nuevo presidente, el más longevo en la historia de ese país, con 78 años de edad, dio su primer mensaje a la nación, donde hizo un llamado a la unidad para restaurar a Estados Unidos en medio de desafíos como la pandemia y el racismo. “Hoy celebramos el triunfo no de un candidato, sino de una causa, de una democracia, de la voluntad del pueblo».
“Hay mucho que reparar, que restaurar, que sanar, que construir y qué ganar. Poca gente en la historia de nuestra nación ha enfrentado un reto tan fuerte como el que tenemos: un virus de una vez en un siglo que ha azotado a la nación, que ha cobrado tantas víctimas».
Biden agregó que «nuestra historia ha sido una lucha constante entre el ideal estadunidense, que todos hemos creados iguales y la terrible realidad del racismo (…) Jamás fracasaremos en Estados Unidos si actuamos juntos, así que hoy, en este momento, comencemos de nuevo todos, comencemos a escucharnos, vernos y respetarnos mutuamente. la política no tiene porque ser una conflagración destruyéndolo todo».
«Este es el día de Estados Unidos. El día de la historia y la esperanza, de la renovación. Estados Unidos ha sido puesto a prueba una vez más y Estados Unidos ha dicho «presente» ante este desafío.
“La voluntad del pueblo ha sido escuchada. La democracia es preciosa, es frágil en estos momentos, mis amigos, la democracia ha prevalecido.
“En este sitio tan sagrado donde hace unos días la violencia quiso sacudir los cimientos de la democracia, nos unimos para la transferencia pacífica del poder, como hemos hecho desde hace más de dos siglos
“Ponemos la mira en la nación que podemos ser y que queremos ser. Acabo de tomar un juramento sagrado que han tomado cada uno de nuestros patriotas.
Joe Biden juramentó en una investidura marcada por la gran ausencia de público debido a la pandemia de covid-19 y las amenazas de seguridad que podría representar el evento a las afueras del Capitolio ante posibles disturbios de simpatizantes de Donald Trump.
El demócrata, junto con la vicepresidenta Kamala Harris, juraron ante los miembros de la Corte Suprema de Estados Unidos para gobernar el país de 2021 a 2025. El evento estuvo marcado por la ausencia de Donald Trump, su antecesor, quien abandonó la Casa Blanca horas antes de la investidura, y en que sólo acudió Mike Pence para el acto.
Previo a la investidura, Joe Biden asistió a un oficio religioso, un paso tradicional antes de la ceremonia de juramentación, en la Catedral de San Mateo Apóstol en Washington.