A diario se recolectan entre 300 o 400 llantas en el Centro de Acopio de Materiales Reciclables de Cozumel, informó el subdirector del lugar, Adev Zapata Silva.

Especificó que la recepción de llantas es gratuita, para que los vulcanizadores no las tiren en terrenos baldíos, aunque es responsabilidad del ciudadano llevarse su desecho cuando acude al cambio de una llanta.

Sin embargo, a causa de la pandemia, el último envío que se hizo de este material a la planta recicladora que se encuentra en Macuspana, Tabasco, fue en febrero; ahora están por enviar 30 toneladas que se han acumulado en estos cinco meses.

“Se envían entre 25 y 30 toneladas; se reciben todos los días llantas, la generación de ahora es de varios meses atrás”.

Destacó la importancia de reciclar las llantas, pues son recipientes de acumulación de agua y focos de reproducción del dengue, zika y chikungunya.

En cuanto a los costos, en este programa el personal que se encarga del corte y procesamiento pertenece al Ayuntamiento, al erario le cuenta 500 mil pesos al año. El servicio de carga es de 40-50 mil pesos; “donde la enviamos no nos cobran, pero tampoco pagamos, el flete lo absorbe el Ayuntamiento”.

Eso sí, fue enfático al decir que no es la obligación del llantero, al final es el ciudadano el dueño de la llanta el que debe de llevarse su residuo para darle el tratamiento que corresponde, se cambiará con el tiempo la manera de proceder.

Lamentó que por ahora no se puede hacer nada, pues la oficina de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado está cerrada, hay cosas que se trabajaban para regularizar los residuos sólidos pero por la pandemia no se sabe cuándo se puedan regularizar.

“Si hay evidencia de personas que tiran las llantas a la vía pública o terrenos baldíos, pues se reporta a la autoridad”, concluyó.

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