Presentan síntomas menos severos que los adultos pero pueden contagiar con la misma facilidad.
Ginebra.- Justo cuando millones de niños regresan a clases, la Organización Mundial de la Salud dijo el lunes que aquellos que tienen entre 6 y 11 años deberían usar cubrebocas en algunos casos para ayudar a combatir la propagación del coronavirus.
Existe la creencia generalizada de que los niños menores de 12 años no tienen tanta probabilidad de propagar el virus como los adultos. En general, los niños presentan síntomas menos severos que los adultos, mientras que las personas mayores son las más vulnerables a una infección severa o morir a causa del nuevo coronavirus.
Ahora, la OMS indicó que las decisiones sobre si los niños de entre 6 y 11 años deberían usar mascarillas deben considerar factores como si la transmisión del COVID-19 es extensa en el área en donde viven; la capacidad del niño para usar una mascarilla; y la supervisión de un adulto cuando se pongan y quiten las mascarillas.
“Por suerte, la gran mayoría de los niños que están infectados con el virus parecen tener enfermedad leve o infección asintomática, y esas son buenas noticias”, dijo Maria Van Kerkhove, directora técnica del programa de emergencias de la OMS.
Aun así, advirtió que algunos niños pueden desarrollar casos severos por el coronavirus e incluso morir.
El número de infecciones confirmadas de COVID-19 en todo el mundo ha superado los 23 millones, y las muertes confirmadas han superado las 809 mil, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins. Los expertos dicen que la cifra real es mayor en realidad debido a la cantidad limitada de pruebas realizadas, los casos leves no detectados y otros factores.
Durante meses, la OMS estuvo a la zaga de muchos gobiernos en cuanto a avalar el uso generalizado de cubrebocas. La agencia había expresado preocupación de que las personas que usaran mascarilla podrían inconscientemente propagar el virus de una mano contaminada a su rostro, e insistía en que, debido a la escasez, los proveedores de atención médica las necesitaban más.
Desde entonces, científicos han hallado que el virus puede transmitirse a través las pequeñas gotas emitidas al hablar, reír, cantar o estornudar, y que usar mascarillas puede reducir la cantidad de virus al que se expone la gente.